jueves, 14 de abril de 2016

NUESTRA VOLUNTAD



Queremos que sea nuestra voluntad, de la juventud heroica y romántica, frente a una pseuda juventud decadente, drogada y artificial. Queremos una juventud guerrera y aventurera, frente a una juventud pacifista y estéril. Queremos una juventud  viril y revolucionaria, frente a esos jóvenes cobardes  que se las dan de  rebeldes. Una juventud entregada a un ideal superior al propio ser, devota a una disciplina, a una filosofía, a una forma y razón de ser, al nacionalsocialismo.
 Queremos dar a nuestras existencias un sentido de milicia, inspirada en una mística guerrera, porque creemos que la vida en sí, es un combate constante, continuo y eterno. Por qué tenemos la firme creencia, que para cambiar el mundo, hace falta cambiar al hombre, y el hombre nuevo que proponemos, está basado en unos valores que están ligados íntimamente en la memoria ancestral, que es la esencia viva e inmortal de nuestro sentimiento y sentido de identidad. Y  por ello es nuestra determinación que la lealtad hacia nuestra identidad como raza y nación, es estar a la entera disposición, en un servicio permanente, en la lucha por su destino y supervivencia. Demostrando en ello que la única resolución para ello es el combate y el trabajo, constante y decidido.
Porque para iniciar esa lucha, esa revolución, ha de emprenderse dentro de cada uno de nosotros mismos, mediante una forja, una formación en todos los sentidos, sean estos, espiritual, psicológica y físicamente. Forjarnos como guerreros, en el arte de la guerra, curtiendo nuestra voluntad, nuestro cuerpo, mediante férreos ejercicios físicos y un espíritu de superación. Preparar  nuestra alma y mente mediante una entrega al conocimiento de las leyes inmutables y eternas del todopoderoso encarnadas en la naturaleza.
Alzamos sobre este submundo en ruinas, una escala de valores, que hacen de los hombres héroes y de sus hechos gestas. Estos valores donde el honor, el deber, el espíritu de entrega, de sacrificio, de abnegación, y todo ello sentirlo y expresarlo en un profundo sentido de camaradería. Para dar lecciones y ejemplos, no predicados con vacías y altisonantes palabras  de  discursos eunucos, no, ha de nacer en el afán de predicar en el ejemplo, y en ello clamamos no el pan de cada día, sino, el deber de cada segundo, de cada hora, de cada día de nuestras vidas, plasmado en una vía de acción y combativa.
Reclamamos, para nosotros los puestos de mayor peligro y dificultad, no por temeridad, sino, por sentir a flor de piel el valor y el coraje, que nos inspira nuestro ideal y la lucha que expresa el mismo. Porque somos una generación hecha a golpes, que sabemos encajar los mismos, porque sabemos por propia experiencia, que aunque la caída sea dolorosa y la herida profunda, no hay que dejar de luchar, de levantarse con mas fuerza que nunca, con mas ímpetu, ser tenaces, férreos en la unidad e imperturbables a combatir.
Aunque la cruda realidad que nos rodea, que nos ha tocado vivir, este llena de incomprensión, burlas, falsedad y odio contra nosotros, hay que mantener una aptitud y actitud, desafiante,  gallarda, abnegada, arrogante, orgullosa y sobre todo combativa, y tener por sentimiento y pensamiento, que solo el quien lucha y es fuerte sobrevive, y tener por guía y norte nuestro ideal y por el , nuestra consigna es, luchar para sobrevivir, sobrevivir para combatir y combatir hasta vencer o morir. Porque  la guerra no ha terminado aún, ni la paz es un reposo del  cobarde frente a la historia. Esta es nuestra voluntad y con ella forjamos  nuestro destino.
                                                   
                                                     Garcia de Toletum

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